Contamos con las siguientes variedades y formatos:
✔️ Aceituna cuquillo. Forma parte del grupo de aceituna negra, aunque realmente su color es morado. En cuanto a su tamaño, es pequeña y alargada. Posee un gustoso sabor a tomillo. Es ideal para acompañar a un buen vino o como ingrediente de ensaladas y platos.
✔️ Aceituna deshuesada. En ocasiones, bien porque entre los comensales se encuentran niños, o porque un plato así lo requiere, las prefieres sin hueso. Para pasar por el proceso de deshuesado, dependen de un diámetro mínimo, de manera que tendrán un tamaño ideal para introducirlas en tus platos.
✔️ Aceituna manzanilla. Su uso principal suele ser el de aceituna de mesa. Con un tamaño medio y redondeado y un tono amarillento, es rica en carne y su sabor suave la hace perfecta para servirla con hierbas aromáticas.
✔️ Aceituna verde partida. Posiblemente la mejor forma de saborear una buena aceituna. Como su nombre indica, son aceitunas verdes, partidas y maceradas en agua salada con hierbas aromáticas.
✔️ Aceituna alhanda. Es una de las variedades más cultivadas. De sabor suave y equilibrado, va fenomenal tanto sobre la mesa como para la elaboración de aceites.
✔️ Aceituna morada. Se recoge cuando ya está madura en el árbol y de ahí su vistoso color. Suele ser más amarga que el resto, de modo que es una opción excelente como aperitivo.
✔️ Aceituna pelotín. Su forma redondeada y pequeña guarda en su interior un gusto suave y fino. Su color verde intenso y su textura agradable son perfectas para acompañar en un refrigerio o aportar color a una ensalada.
✔️ Aceituna verdial partida. En su elaboración se utiliza la aceituna manzanilla bien machacada para que absorba mejor el aliño.